Tras mucho frotar y gracias a la ayuda de una Dremel, los resultados son notables.
Todos los tornillos y muelles han pasado 24 horas en vinagre para dejarlos bien limpios.
Debido a la complejidad del proceso y a la poca accesibilidad de los materiales necesarios para hacerlo de forma casera, se ha descartado la idea de darle un baño de niquel. El baño de plata es más costoso y tóxico.
Si el clarinete merece la pena lo llevaré a un profesional.
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